Muchas veces se da el
caso que hay que hacer pequeñas reparaciones en el hogar: pintar una
habitación, cambiar un enchufe, instalar un estante, cambiar una goma de un
grifo…
Éste tipo de tareas la
mayoría de veces se pueden llevar a cabo sin la necesidad de acudir a un
profesional el cual va a cobrar un buen pico. Para ello hace falta un poco de
motivación y ganas de pasar un buen rato bricoleando.
El primer paso es tener
claro el problema que se va a afrontar y cómo se va a encaminar la reparación.
Por ejemplo, en el caso que la cisterna del inodoro gotee, primero de todo hay
que tener claro cómo se suelta la tapa para acceder al mecanismo y poder
apretar correctamente la boya.
Una vez se tiene claro el
problema, hay que ver qué herramientas se requieren. No debe saber mal el
hecho de comprar herramientas y utensilios, puesto que se van a poder utilizar a
posteriori para otras reparaciones. Siguiendo con el ejemplo de la cisterna, se
necesitará un destornillador de estrella para apretar la boya y un destornillador
plano pequeño para soltar el botón.
Teniendo claro los pasos
anteriores ya sólo queda aplicar la solución. En ocasiones será interesante utilizar un recurso universal como es
Google. Buscando en Internet se pueden encontrar video-tutoriales, foros dedicados
al tema que se busca, blogs… que pueden servir de gran ayuda.
Hay que sacarse el miedo
y animarse a realizar pequeñas reparaciones, os puedo asegurar que la
satisfacción que se obtiene una vez realizado el trabajo, no tiene precio.
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